Andar por la fe es arriesgado y lleno de paradojas, algo que ciertamente sintieron los discípulos de Jesús. Simultáneamente experimentaron milagros, hambre, compañerismo, escarnio, provisión, amenazas, sanidad, cansancio, avances, grandes pérdidas y gran amor.

Al igual que los discípulos, Jesús nos invita a correr riesgos con él. La historia de las Misiones Mundiales de los Hermanos en Cristo EE. UU. está repleta de mujeres y hombres que respondieron al llamado de Dios incluso cuando era arriesgado. Recientemente nos reunimos con cuatro familias que han tomado esas medidas arriesgadas durante décadas, diciendo repetidamente “sí” a Jesús. Ya sean casados, solteros o como familias con niños, estos individuos nos recuerdan que la invitación de Dios a unirse a su obra en el mundo permanece – independientemente de la edad, estatus, o limitaciones.

B. y M. B.

España, 1988-presente

Como recién casados y graduados universitarios, la familia B siguieron a Dios hasta Madrid, España, pensando en un compromiso ministerial de 3 a 6 años. Muy pronto descubrieron que el Espíritu les estaba pidiendo a invertir sus vidas en la Iglesia española.

Al comienzo de su obra, aprendieron que cuando Dios llama, el Espíritu equipa. Dios usó sus debilidades para abrir caminos de conexión con los demás. Su humilde servicio y hospitalidad desbordados por sus pasiones atrajo a la gente a Jesucristo, y una red de iglesias creció a medida que el Señor atrajo personas clave al equipo ministerial.

En 2020, tras treinta y dos años en Madrid, la familia B volvió a decir “sí” a Dios y dejó a su amada familia en la iglesia por Asturias en la costa norte de España. Este traslado también implicó riesgo. Ahora, como propietarios de un negocio en una pequeña ciudad, se esfuerzan por extender el Reino a través de iniciativas intencionales y un discipulado orgánico.

Mike y Lori Cassel

México y Guatemala, 2005-presente

A finales de los años 90, la pareja Cassel tuvieron tres hijos, trabajos estables, y participando en su congregación local. Un viaje de socorro a Honduras tras un huracán fue la experiencia reveladora que inició su viaje de descubrimiento del corazón de Dios por el mundo, y otros creyentes anduvieron junto con ellos a través de su proceso de discernimiento. Se conectaron con personas de diferentes culturas, participaron en viajes adicionales de corto plazo y finalmente asistieron a un instituto bíblico para ampliar sus bases de conocimientos. Recuerdan con cariño como el personal de las Misiones Mundiales los ayudó en explorar ubicaciones potenciales, y en 2005 embarcaron a México.

El camino era a menudo desalentador. Algunas puertas estaban cerradas y descubrieron que el idioma y la adaptación cultural iban a ser un proceso de aprendizaje permanente. Pero junto con los desafíos, Dios mostró repetidamente su fidelidad y los ayudó en su crecimiento. Al igual como Jesús llamó a Pedro, el pescador, a ser pescador de hombres, así Mike, el carpintero,  aprendió a construir una iglesia con vida. La familia Cassel asumieron riesgos (luego se mudaron a Guatemala) y aprendió a ser adaptable al ser plantadores de iglesias, pastores, líderes de adoración y mentores para el desarrollo de líderes locales. Continúan siguiendo, motivados al ver las personas abrir sus corazones a Jesucristo.

Kris G.

Sudeste Asiático, 2004-presente

“Un barco en movimiento se puede gobernar”. Estas palabras de un confiable mentor llegaron en un momento crucial mientras Kris discernía el llamado de Dios cuando tenía poco más de treinta años. Siendo profesora en el este de Pensilvania, ella tenía un interés natural por las personas de diferentes culturas, animada por muchos viajes de corto plazo y el intercambio de estudiantes internacionales que su familia acogió. A través de esas experiencias, ella sintió que Dios la atraía a ir a las naciones.

Las palabras de su mentor la motivaron a seguir tomando pasos adelante, incluso cuando no estuvo segura de dónde estaría o en qué papel desempeñaría. Descubrió que Dios con frecuencia utiliza nuestras mismas vocaciones – que en su caso era alfabetizar – para abrir puertas a un ministerio que sea natural. Lo que comenzó como una conexión orgánica de enseñanza del inglés se amplió de innumerables maneras a medida que Dios la guiaba hacia una relación profunda con él y con los demás. Esos pasos a veces daban pavor. La alejaron de la autosuficiencia y la llevaron a depender de Jesús. Kris ahora puede mirar el pasado y ver cómo Dios usó sus humildes pasos de fe para hacer crecer una iglesia joven en el sudeste de Asia.

Doug y Barb Miller

Malawi, 2000-2023

Pasar del llamado inicial de Dios a vivirlo activamente es un proceso que puede tomar tiempo; La familia Miller descubrió que Dios los había preparado gradualmente por la carga de compartir a Cristo con los grupos étnicos no alcanzados. Experiencias ministeriales interculturales cuando eran joven adultos los condujeron a una formación pastoral en Guatemala, lo que los animó en su congregación en Pensilvania a orar para que Dios sea conocido en todo el mundo. Orando como familia de siete personas sobre este llamado en sus vidas los llevó a un estudio intencional y preparación para el siguiente paso. Su familia de la iglesia local y el cuerpo general de la iglesia BIC les ayudó a discernir dónde fuese posible para servir; y en 2000, se desplegaron hacia Malawi.

Sus años en Malawi no siempre fueron fáciles; un devastador accidente de bicicleta dejó a Barb en silla de ruedas, lo que significativamente cambió sus vidas. Pero ahora, los Miller conmemoran 27 grupos activos de compañerismo que han llegado a conocer a Jesucristo a través de estudios bíblicos cronológicos y continúan reuniéndose. La pareja Miller se retiró a los EE. UU. en 2023, pero Doug y Barb pueden mirar atrás a esas décadas y decir con alegría que fue el tiempo más gratificante de sus vidas. La recompensa de seguir a Cristo supera con creces cualquier sacrificio que hayan hecho.

La fe arriesgada se ve diferente para cada persona.

¿Será que Dios lo esté llamando a dejar la comodidad de lo familiar? ¿Está sintiendo el impulso del Espíritu para dar un paso fuera de las expectativas de otros? Quizás el Señor lo esté guiando a dar generosamente o liberar a alguien que ama a seguir el llamado de Dios. Cueste lo que cueste, estas historias de fe arriesgada nos recuerdan que en el reino de Dios, la fe arriesgada produce gozo y fruto duradero.

¿Podría ser que Dios lo esté guiando transculturalmente? La siguiente lista presenta seis maneras para discernir y prepararse.

  • Crecer en intimidad con Dios: todo ministerio necesita partir de esa relación
  • Invitar a creyentes maduros a unirse a usted en el proceso de discernimiento
  • Aprender a través de oportunidades de servicio a corto plazo
  • Conectar con estudiantes internacionales locales, refugiados e inmigrantes
  • Practicar la vida con simplicidad en las posesiones y las finanzas
  • Participar en la Comunidad de Desarrollo misionero de las Misiones Mundiales.

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