La esperanza eterna y el juicio final
El destino final de todas las cosas está en las manos de Dios.
En el tiempo dispuesto por Dios, la creación será renovada en Cristo. Los reinos de este mundo llegarán a ser el reino de nuestro Señor, y El reinará para siempre.
El fin de la era y el regreso de Cristo
El regreso de Cristo en poder y gloria es seguro y puede ocurrir en cualquier momento. Aceptamos la enseñanza de Señor de que nadie sabe cuándo El regresará. Entendemos que las Escrituras enseñan que el conflicto entre Dios y Satanás, el bien y el mal, se intensificará a medida que nos acercamos al fin de esta era. El regreso de Cristo, los enemigos de Dios serán conquistados y el reino de Dios será establecido para siempre.
La promesa de nuestro Señor de que viviremos eternamente en su presencia da mucho aliento al pueblo de Dios. Respondemos teniendo una expectativa gozosa, estando alertas, y siendo diligentes.
La muerte, el juicio final y la consumación de todas las cosas
La muerte en la comunidad cristiana es un momento tanto de tristeza como de esperanza. El rompimiento de los lazos humanos trae dolor, pero nuestra creencia en la segunda venida de Cristo es una afirmación de la resurrección de cuerpo y la vida eterna.
Creemos que, después de la muerte, el espíritu del creyente está presente con el Señor. La Escritura promete la resurrección corporal de los muertos, tanto para los creyentes como para los incrédulos. Aquellos que mueren en Cristo, junto con los creyentes fieles que estén vivos a su regreso, resucitarán y recibirán un cuerpo nuevo y glorificado, el cual estará libre de flaquezas y muerte. A los perdidos, sin embargo, les aguarda una resurrección para condenación.
Dios juzgará con justicia al finalizar la era. Aquellos que hayan confiado en El, y hayan seguido obedientemente a Jesús como Señor, no serán condenados. Dios los recompensará de acuerdo a su fidelidad. Sin embargo, los incrédulos serán castigados con destrucción imperecedera en el infierno, eternamente excluidos de la presencia de Dios por haber rechazado su oferta de salvación.
El pueblo de Dios anticipa su promesa de un nuevo cielo y una nueva tierra bajo el gobierno de Cristo. El mal será destruido, y Cristo entregará todas las cosas al Padre.
Exhortación a la fidelidad
Escuchen la Palabra del Señor: “¡Cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándonos para la venida del día de Dios!” Las últimas palabras de Jesús, “Ciertamente vengo en breve”, nos hacen vivir en jubilosa anticipación. Debido a esta esperanza, perseveramos y proclamamos las buenas nuevas de Cristo, sabiendo que cuando el evangelio del reino haya sido predicado a todas las naciones, el fin vendrá. Amén. Ven, Señor Jesús.
Bases Bíblicas
La esperanza eterna y el juicio final
Salmo 110:1; Efesios 1:20-23; Colosenses 1:19-20; Apocalipsis 11:15
El fin de la era y el regreso de Cristo
Mateo 24:36-51; Hechos 1:11; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 2 Tesalonicenses 2; 2 Pedro 3:11-18; Apocalipsis 19
La muerte, el juicio final y la consumación de todas las cosas
Salmo 92:7; Juan 3:18; 5:25-29; 1 Corintios 3:10-15; 15:27-28; 2 Tesalonicenses 1:5-9; Apocalipsis 20:10, 14; 21:22-27; 22:3
Exhortación a la fidelidad
Mateo 24:14; 2 Pedro 3:11-12; Apocalipsis 22:20