Yosuel y Jacqui Medina

Jacqui tiene un trasfondo en terapia de masaje y se convirtió en seguidora de Cristo en 2006. Fue una experiencia profundamente transformadora y el Señor le dio una perspectiva completamente nueva de la vida, un mensaje para compartir y una verdad para vivir. A medida que crecía en su fe, comenzó a orar para que Yosuel llegara a la fe.

Yosuel tiene un trasfondo en construcción y como empresario. A principios de 2009, enfrentó varios meses de crisis personal. En medio de esta temporada de lucha, aceptó a Cristo y decidió vivir el resto de su vida para la gloria de Dios.

Jacqui y Yosuel se casaron en 2010. Como pareja, primero asistieron a la Iglesia Cristiana Bethel de los HEC en Miami, Florida, pero eventualmente comenzaron a asistir y ministrar en la Iglesia Rescate en Hialeah, Fla. Se involucraron profundamente en la familia de la iglesia y participaron en el ministerio de niños y jóvenes, capellanía y otros roles de liderazgo como diáconos y ancianos. Además, participaron activamente en proyectos de evangelización y alcance a las comunidades musulmanas locales y personas sin hogar.

A través de la Iglesia Rescate, tuvieron la oportunidad de realizar varios viajes misioneros a Haití, la República Dominicana y otros países de América Latina. También participaron en capacitaciones misioneras y Yosuel completó un programa de instituto bíblico en 2012. Estas experiencias fueron formativas para la pareja Medina y fomentó una pasión por ministrar a personas de todo el mundo que no habían escuchado el Evangelio.

Se apoyaron en esta nueva pasión e intencionalmente buscaron la voluntad de Dios para su familia. En octubre de 2016, Jacqui se despertó en medio de la noche y no pudo volver a dormirse. Empezó a orar y sintió la voz de Dios diciéndole que fuera radical, dejara todo y siguiera un nuevo camino que el Señor tenía para su familia. La experiencia fue muy vívida e impactante, y al año siguiente empacaron sus maletas para Ecuador para ministrar en grupos indígenas no alcanzados.

Se dedican a ministrar a las familias indígenas dentro y fuera de la selva amazónica. Pasan aproximadamente dos semanas cada mes en aldeas remotas de la selva donde discipulan a nuevos creyentes, ayudan a desarrollar líderes, plantan iglesias y brindan orientación bíblica. También han lanzado una iniciativa para apoyar a viudas y huérfanos a través de fincas a pequeña escala, y ahora pastorean una iglesia intercultural en las afueras de la selva que tiene miembros de varios diferentes grupos culturales.

Yosuel y Jacqui incluyen intencionalmente a sus tres hijos, Joshua, Rebecca y Elizabeth, en su ministerio. Su familia está dedicada a vivir con sacrificio el llamado a hacer discípulos de todas las naciones y compartir el Evangelio hasta los confines de la tierra.